Parte del colector solar realizado con botellas pet.
Como hacer un efectivo y económico colector solar con botellas plásticas descartables Por Rubén Ravera |
Lo que a diario tiramos al tacho de la basura puede servir para que otros puedan vivir con algo más de comodidad. Ese es el caso de las botellas de gaseosas con las que se puede construir un calefón que fue desarrollado en el taller de autosuficiencia que organiza la AAPAR (Asociación Amigos del Programa de Autosuficiencia Regional) en el predio de “La Aceitera” de Avenida Lamadrid y Calchaquí en la localidad de Quilmes Oeste. La idea es reutilizar un material caro como el PET (poli-etil-tereftalato) que hoy es usado para envasar la mayoría de las bebidas por su hermeticidad y compatibilidad con productos alimenticios. Es un plástico que posee una transparencia muy alta y es resistente a distintas solicitaciones mecánicas nunca antes alcanzadas por sus predecesores. Todas estas bondades se advierten cuando uno quiere adquirir una plancha en el comercio para usarla en otra aplicación. Por ejemplo, si necesito un metro cuadrado para realizar un cerramiento nos van a pedir alrededor de cincuenta pesos en cualquier comercio del ramo lo que lo equipara en precio al vidrio o al acrílico. Por eso es un verdadero disparate estar enterrando en un relleno sanitario cientos de toneladas por día de tan caro material o en el mejor de los casos exportarlo como chatarra plástica a un país tan lejano como China a fin de derretirlo y convertirlo en polar o alfombras que nos vuelven como productos de importación a precio dólar. Es decir, este sencillo proyecto persigue que el envase se use directamente en el nuevo producto que en este caso se trata de un calefón solar para generar agua caliente. Debemos juntar un centenar de botellas de PET de la misma capacidad y forma. Hoy existen una infinidad de marcas y para no pecar de arbitrariedad no citaremos ninguna en particular - (Figura 1). Se debe quitar todo tipo de etiquetas adhesivas y tapas de polietileno y dejar la botella desnuda y limpia – (Figura 2). Con una mecha de carpintero para madera y ayudados por un taladro eléctrico se perfora el fondo de la misma, justo en su centro. El diámetro de este orificio debe ser igual al diámetro interior de la boca del envase – (Figura 3). Con un caño negro de polietileno de ¾ de pulgada se enhebran las botellas tratando de que el orificio ajuste perfectamente al tubo por el que se conducirá el agua. La botella actúa como un pequeño invernadero – (Figura 4). La configuración del radiador dependerá del formato que se le quiera dar al calefón (ancho y largo). Se puede hacer con un solo ramal que contenga todas las botellas o dividirlo en ramales paralelos con igual cantidad de botellas. En el primer caso existe el riesgo de que si se tapa no hay posibilidad de conducir el agua por vías alternativas. En el segundo caso, el ensamblado de los tramos encarece el trabajo al usar codos y uniones “T” en los extremos – (Figura 5). |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario