A través de los años, una constelación de redactores brillantes ha atraído lectores hacia las columnas de La Nacion. Entre ellos se cuenta, sin lugar a dudas, el autor de este libro. Luis Mario Lozzia se destacó, en buena parte de su producción escrita, por la lucidez y objetividad con que atinó a guiarnos por los intrincados vericuetos de nuestra política criolla. Nadie como él supo explicar la lucha enconada entre partidos, ni los aspectos insospechados de los enfrentamientos entre quienes procuraban el mantenimiento del poder y quienes se empeñaban en lograr, a cualquier precio, el acceso a él.
Pero dejaríamos incompleto este comentario bibliográfico si no hiciéramos mención a las numerosas e importantes obras literarias de este prestigioso periodista. Tanto sus libros de cuentos ( Los anuncios y Esta noche que empieza , de 1956) como su novela Domingo sin fútbol demostraron la peculiar aptitud creadora de Luis Mario Lozzia. Ensayos breves, artículos y crónicas pusieron de manifiesto su erudición y el rico caudal de sus lecturas.
Más allá de lo dicho, cabe señalar un rasgo distintivo en sus elecciones temáticas: la preferencia por el estudio de la naturaleza y los hábitos de los pájaros. El interés por las aves y la fascinación por las lagunas impulsaron a menudo el vagabundeo de Lozzia en su "carreta" -como llama a su auto- por todos los rincones del país, en busca de materiales para alimentar su prosa, siempre accesible y directa.
Los escondrijos del águila se refiere a alguien con quien el autor comparte el amor por el campo y el hombre rioplatenses: William Henry Hudson, el autor de Allá lejos y hace tiempo . La investigación de Lozzia tiene por objeto el análisis de un sector estrictamente delimitado de la obra del gran escritor británico. En su labor de indagación, Lozzia recurre a los libros de Hudson, a declaraciones de quienes tuvieron con él vinculación personal, y al aporte de los biógrafos que sometieron a Hudson a prolijos interrogatorios.
Los escondrijos del águila se propone dar respuesta a tres preguntas, surgidas de la lectura de los diversos estudios consagrados a Hudson. En primer lugar, cuál fue la razón que lo condujo a alejarse de nuestro país y no regresar jamás a él, pese a la añoranza con que siempre lo evocaría. En segundo término, cuáles eran las motivaciones de los viajes continuos del inglés: ¿tendían sólo a la búsqueda de conclusiones científicas sobre tales o cuales ejemplares de la fauna y la flora? ¿o más bien respondían al afán de dar una razón visible y concreta a las características atávicas de un nomadismo que le resultaba muy difícil disimular del todo? Por último, Luis Mario Lozzia intenta esclarecer el sentido de la antitética definición que Hudson dio de sí mismo: la de ser "un ateo religioso".
En Hudson, rescata el autor una capacidad especial: la de mostrar la cualidad de la pampa de hacer renacer, con modalidades propias, hombres, animales y plantas en un principio extraños. Dicha cualidad se evidencia en tres realidades típicas: el gaucho, el caballo y el ombú. Estos son, según Lozzia, "las estrellas de primera magnitud del cielo tendido en el subconsciente de la memoria argentina de Hudson". La causa de que esto resulte así estaría, en última instancia, en la práctica perdurable de una vocación vital, transmitida a lo largo de centurias, de generación en generación: la inclinación innata a la vida andariega, al nomadismo.
La pampa es el mundo físico que encuadra las vivencias predominantes de Hudson quien, a pesar de sus inarrancables raíces inglesas, la expresó mejor que cualquier otro. Para Hudson, Gran Bretaña era la tierra de su deseo, en tanto que la pampa era la tierra de su nostalgia.
Lozzia glosa y resuelve con su conocida solvencia intelectual las cuestiones planteadas en su texto, en relación con la obra de Hudson. Para quienes han leído a este maravilloso escritor inglés, Los escondrijos del águila representará un nuevo y valioso acercamiento a él. Para quienes no lo conocen todavía, equivaldrá a una inmejorable introducción en la esencia de su pensamiento.
Fuente : La Nación.
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