Fuente Coatepecanos.com.
En el mediano o largo plazo, los libros dejarán de existir y la única forma en que se podrá leer será a través del soporte electrónico, con esta advertencia la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara reconoció anoche al investigador, académico e historiador mexicano Elías Trabulse Atala.
Durante el “Homenaje al Bibliófilo”, el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, elogió el trabajo de Trabulse Atala, a quien calificó como un “gran divulgador de la ciencia y la tecnología en México”.
Dijo que el también profesor de El Colegio de México ha logrado realizar profundas reflexiones sobre la historia de la ciencia, para comprender, por un lado, la mentalidad del científico y el alcance de su producción y, por el otro, la generalidad del contexto atravesado por estructuras económicas y políticas.
Expuso que Elías Trabulse (Ciudad de México, 1942) es un intelectual preocupado y comprometido con los libros y documentos que registran la identidad cultural y científica del país.
Con una posición crítica, dijo, Trabulse se niega al reconocimiento de ciertos estereotipos en busca de un acercamiento a la obra y vida de los científicos menos atendidos, “aquellos que perduren sólo como indicio, como una referencia fugaz”.
En su oportunidad, el galardonado expresó su beneplácito por el citado reconocimiento y advirtió que dentro de 50 años “todo mundo leerá libros electrónicos y el papel será objeto de museo”.
Esto, dijo, porque la tecnología digital es una forma de libro que los transforma, al igual que Gutenberg transformó el libro de manuscrito a tipos móviles.
Incluso aseveró que esta situación ya se comienza a apreciar con algunos diarios y revistas, así como en una gran cantidad de instrumentos del conocimiento, los cuales están comenzando a cambiar.
“El libro todavía durará pero como bibliófilo es lamentable que desaparezca en papel, pues no me imagino un bibliófilo electrónico”, expresó.
Por otra parte, el especialista que se ha dedicado al estudio de los manuscritos de Carlos Sigüenza y Góngora para establecer la cronología del México antiguo, habló sobre las diferencias entre un coleccionista y un bibliófilo.
Explicó que “la diferencia entre el coleccionista y el bibliófilo es que el libro es para leerlo, es tu amigo, es el compañero, es alguien de quien no puede prescindir. En cambio, el coleccionista busca el libro como objeto raro o curioso que puede ir almacenando”.
Un bibliófilo, abundó, es un lector, un coleccionista es un acumulador. “El primero sabe que un libro lo tiene, pudo haber leído uno o dos capítulos, pero ya se familiarizó con él, ya tiene sus huellas digitales en la pasta”.
Y aseveró: “si no es lector de sus libros, si no los ama, no es compañero de ellos, es coleccionista”.
Nacido en 1942 en la Ciudad de México, Elías Trabulse realizó la licenciatura en Química de 1960 a 1964 en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fue alumno de José Gaos, Luis González González, Enrique Florescano, Moisés González Navarro, Jean Meyer, Jorge Alberto Manrique, María del Carmen Velázquez, Alejandra Moreno Toscano y Rafael Segovia.
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