viernes, 29 de junio de 2007

Comentario de la Fundación Vida Silvestre Argentina


Comentario aparecido en el site de la Fundación Vida Silvestra Argentina

La casa del gran escritor

Por casualidad llega a nuestras manos un libro de Guillermo Enrique Hudson. Este naturalista autor de más de treinta ensayos y novelas representa para la naturaleza pampeana, lo que José Hernández para el gaucho. Gracias a estos dos escritores podemos hacernos una idea de cómo era el hombre y el paisaje argentino en el pasado. Con "La tierra Purpúrea" bajo el brazo nos preparamos para conocer el escenario de algunos de estos relatos y llegarnos hasta el partido de Florencio Varela, donde la casa natal de Hudson convertida en Parque Ecológico y Cultural nos empieza a revelar algunos secretos. El Rancho de los "25 ombúes" es un paraje alejado del partido y no todos los vecinos lo reconocen como un punto de referencia. Luego de algunos vueltas llegamos al sitio donde no resulta extraño encontrarse en las inmediaciones de la precaria vivienda administrativa con un grupo de turistas japoneses, ya que "Allá lejos y hace tiempo" la novela autobiografica de Hudson se estudia como lectura obligatoria en las escuelas primarias de Japón. Un rancho rural pampeano del siglo XIX destaca por su sencillez, sin embargo la Casa-museo, llama la atención por algunos detalles como sus tejas de alerce y su mantenimiento, detenido en el tiempo. Otro libro, "Un naturalista en el Plata" se revive al acercarnos al arroyo "Las conchitas" y divisar una bandada de tordos que lo atraviesan. Un poco más allá dos halcones blancos revolotean sobre la planicie en busca de ratones. El escenario nos lleva a olvidar el trajín que significo la ruta camino a la Plata y el bullicio de los autos en la lejanía. Podemos hacer mentalmente un viaje al pasado y descansando bajo un molino, observar la llanura Ðen apariencia- infinita que dio origen a las estancias agrícola-ganaderas que hicieron grande a esta Nación. La combinación de cultura y naturaleza no resulta un "cóctel" fácil de encontrar en muchos sitios. El parque Hudson nos lo brinda hasta emborracharnos, de la mano de sus guías especializados. Marcelo nos "acerca" literalmente las distintas aves a través de un poderoso catalejo que fue cedido por la embajada de Japón y que nos permite reconocer y casi "colocar al alcance de la mano" a las distintas especies. Con "Aves del Plata", el libro de Hudson como guía en la mano, zorzales, calandrias y federales, se presentan en la pluma del escritor. Pero la evocación no se queda en un simple recuerdo del pasado, como en cualquier otro museo, el mensaje ambiental de Hudson se revive en la casa-oficina realizada con materiales que permiten un aislamiento térmico adecuado para conservar la energía y junto a la huerta orgánica y la biblioteca especializada son una puesta al día del mensaje ambiental del homenajeado. El impresionante ombú de más de 100 años que sirve de "paraguas" contra el sol y de obligada mesa para el mate, nos está invita a regresar algún otro domingo para que bajo su sombra leamos alguna nueva historia escrita por este enamorado de las aves, que partió de su país a la edad de 33 años en busca de un futuro mejor, como muchos lo están haciendo hoy. Años después desde Londres escribiría
"Tengo el corazón enfermo de ausencia... mi verdadera vida termino cuando deje la pampa" y recordaría este paisaje en cada una de sus obras. Hoy a la sombra de su casa, lo recordamos a él y a su mensaje.



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